Para el dolor de cabeza
No creo que haya una razón para buscar una solución, Pero sí que hay salidas para tus callejones, te lo digo porque me atrapas. Me tienes el corazón ahogado y las pupilas se me dilatan. Y no eres luz, pero me ciegas. No eres día y te me alargas. Eres constante e incesante en tu metodología, ya quisiera yo tu virtud si no fueras todo mentira. Aún un respiro me darías... Para de nuevo abalanzarte sobre mis, ya fáciles de desollar, hombros compartidos. Sobre la coyuntura de mi ser que está ya ofrecida. Sobre el lugar donde pesa el yugo que tú tratas de no hacer ligero. Te digo una cosa, no me enredes con tus viscosos dedos. No intentes seducirme que tengo dolor de cabeza y yo ya no soy tu presa. Conmigo te has confundido, yo encontré un sentido. Sí, perdí la razón, pero estoy enamorada de mi solución. Pca