Martes diecisiete

Hoy mi primer cigarro llega antes; quizás velada por el gris turbante que hoy se ciñe el cielo, mi mente se encuentra delirante. Un desvarío más de Septiembre.

Aún están los que te dan los buenos días a las 12:37h, eso confunde y arremete contra lo establecido. Es la relatividad del tiempo en su versión más callejera. Me pregunto en mi ignorancia si tal vez Einstein se refería a esto... Al improvisar de nuestras acciones que se guían por el color del cielo o la diligencia del sol. Yo de ciencias no entiendo pero me hago la experta en corazón, ¿acaso son excluyentes? Si habita en mi intestino mi mente, ¿no paseará mi alma por la razón?

Veinticuatro grados en este martes diecisiete y aún no me decido a escoger chaqueta, manga larga, pantalón... Aún no me deshago del bañador. Es una metáfora del acostumbramiento, de la propia adaptación. Que todavía doy los pasos entre pasión y obligación. Todavía lloro escuchando August de Taylor Swift.

Me he decidido a conocer a las mujeres del 27, por si acaso en un centenar alguna se animase a conocerme a mí. Y eso que soy de las que dudo, me cuestiono a mí misma, me pregunto quién soy yo. Tan paradójica como los números escritos con letra o un anuncio de colonia.
Esperemos encontrar algo de luz en estas sombras.

Pca 

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