La playa y otras inquietudes
De un día cualquiera
Se le ha enganchado el mar al cielo y hay un revuelo de nubes de algodón sin azúcar. Atardecer para diabéticos, amaneceres de insomnio.
Hoy bajó Dalí a la playa a pintarme de un color aquel paisaje, el que recuerdo cuando te vistes de camuflaje y te me descuidas. Cuando te cuelas como dos besos en mis mejillas. Como el té en mí corazón de agua hirviendo... Ardes.
Plumón de inseguridades, emociones de vértigo y un terremoto. Las ruedas gastadas de mi jet privado, los vuelos espaciales de tu mano... Un jaleo. Y muchas gracias. Y para siempre.
Me endulzas la mente.
Pca.
No me entero de nada pero me mola.. jejej
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