Hasta que me rematen

Sigo queriendo llorar... Y eso que antes solo lloraba los Jueves. De repente, no lo puedo soportar. Se me eterniza la semana y no me alcanza el lacrimal con tanta espera. Nunca he podido permitirme retrasar un llanto, gestionar una emoción con dulzura y encanto... Yo soy de torpe corazón y de alma débil. Mi fuerte son las manías y mi don, las tonterías. De pequeña contuve mucha rabia, por eso ahora no controlo cuánto y cómo la libero. Sólo freno cuando el ritmo de mis versos se acelera. Cuando veo en tus pupilas el reflejo de las mías y me doy asco. Cuando rompo los espejos, me tropiezo con los viejos y renuevo mis recuerdos-pesadillas. Prefiero morir de pie que vivir de rodillas.
Y algo así, bien resumida, es mi vida. Y así estoy hasta que se me cambie... Y así espero hasta que me rematen.

Pca