A tus pies

Tengo una musa bailándome el agua y mi pupila se niega a usar un paraguas. La precipitación emocional es inminente, veo tu piel oscura entre las sombras de otra gente. Así tan de repente, puedo resultarte maravillosa o repelente. He de decir que es conveniente hacer desaparecer este otoño a medio cocer, las estaciones crudas son difíciles de digerir... Dejemos que se nos enrede el alma en el calendario y ahoguemos nuestras penas sin hacernos daño.
Sigue bailando, aunque no sepas cómo ni cuándo, que me han dicho que hay un girasol esperando a que rompas en llanto de luz, para hacerte el centro de su vida y amarte hasta caer de rodillas. Rendido. A tus pies.

Pca

Comentarios

Entradas populares de este blog

Martes diecisiete

Una buena cama en el cielo

Exigencias de sangre