Hoy mi primer cigarro llega antes; quizás velada por el gris turbante que hoy se ciñe el cielo, mi mente se encuentra delirante. Un desvarío más de Septiembre. Aún están los que te dan los buenos días a las 12:37h, eso confunde y arremete contra lo establecido. Es la relatividad del tiempo en su versión más callejera. Me pregunto en mi ignorancia si tal vez Einstein se refería a esto... Al improvisar de nuestras acciones que se guían por el color del cielo o la diligencia del sol. Yo de ciencias no entiendo pero me hago la experta en corazón, ¿acaso son excluyentes? Si habita en mi intestino mi mente, ¿no paseará mi alma por la razón? Veinticuatro grados en este martes diecisiete y aún no me decido a escoger chaqueta, manga larga, pantalón... Aún no me deshago del bañador. Es una metáfora del acostumbramiento, de la propia adaptación. Que todavía doy los pasos entre pasión y obligación. Todavía lloro escuchando August de Taylor Swift. Me he decidido a conocer a las mujeres del 27, por ...
He lamido tus heridas, sentiste asco de mi saliva. Me arranqué la piel para darte calor, te supo a poco mi amor. Y aquí estoy en los huesos, presa del helor. Sin abrazos ni besos se acentúa el dolor y el temor sale ileso. Cuanto más te explico, menos te entiendo. Cuanto más me doy, menos te tengo... ¿Qué será el amor sino un capricho del fuego? Que quiso conocer todas las reglas del juego y acabo incendiando todo en el intento. He lamido tus heridas, ya no me queda saliva. Me arranqué la piel y ahora estoy en carne viva. Dime, Dios, cómo hacer... Cómo hacer en estos días pa' no sucumbir a la verdad de sus mentiras. Pca
Te lo di todo y me dejaste de la nada, ya no busco mi mitad, el mundo es mi manzana. Menos mal que Dios me tiene acompañada. Una nueva perspectiva. Mismos ojos, distinta mirada. ¿De qué me sirve andar desesperanzada? Tengo claro que en esta vida he sido engañada. Pero la verdad es mi escudo, el amor mi espada. Esta guerra la tengo ganada. Y no vivo esperando que me caigan pedazos ni aguardando las sobras que resbalan por tus brazos. No anhelo besos robados, miradas fingidas ni abrazos forzados, no necesito envolver mis propios regalos. El amor de mi vida ya lo tengo, al dormir y cuando despierto. Por WhatsApp, a mi lado, en la distancia y el recuerdo. En un email, en el patio y en el sofá cuando vuelvo. Todo, ya lo tengo. Tú me hiciste un castillo en las nubes, se desplomó. Reabriste las heridas de mi corazón. Te eregiste como rey y no eres más que lacayo. Sin embargo, a mí alrededor... El mundo entero postrado, lo mejor y más deseado, a mi lado. Qué alegría tan sencilla esta nueva per...
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