La ayuda

A mí, que soy la ayuda que quise de niña.


Sigue haciendo calor,
sea invierno o verano
el frío no lo sienten
mis manos.
Aún escuecen las heridas,
aún, desde aquel día.
Soldadas mis rodillas
tambalean,
y en el fuego del recuerdo
se marean
mis intentos.
La firmeza
si es por mí,
no la encuentro.
Pero en lo divino
me siento,
respiro,
revivo.
No freno.
Ahora mis dones 
son mi vuelo,
ahora quiero jugar a este juego
ya no me rindo,
todo lo anhelo.
Me miró al espejo y me veo,
aunque duela
me quiero.

Seré la ayuda
que del cielo obtengo
y cuidaré a la niña
que en el pecho llevo.
Latiendo.


Pca

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