Jugando a ser poeta


Me he acostumbrado a dejarme sorprender, a permitirle a tus ojos atravesar mi piel, a sentir lo que tú sientes y a ver lo que tú ves. Y es el miedo que me recorre hasta la punta de los pies, de perderte en un descuido y ya no volverte a ver....¿Pero qué me pides, mi cielo? Deja el miedo en el poema, pero quítatelo tú. Pues es el miedo la angustia que actúa, que no eres tú.
Y empecemos de nuevo, haciendo libre este vuelo, alejándonos del suelo, jugando a mezclar las rimas, con nubes y con sueños.


-Merece la pena este juego si te gusta a ti, incluso diría que me hace feliz.

Pca, más segura.

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