Te echo de menos
Para mi ahijada preciosa
Mi querida Tochita:
Es probable que no lo sepas, por ello que te hago saber, la grandeza de los sentimientos tienes que conocer.
Te echo de menos.
Verdad es que ciertos días no queremos ni empezar y que algunos "mañanas" son solo un sueño, eterno anhelo y nada más. Pero ¿Qué hay de esos momentos que matarías por no ver acabar? ¿Dónde dejamos esas miradas que si sostienes no te dejan respirar?
No podemos hundirnos en el mar de la intranquilidad y olvidar que hay sensaciones que te marcan el alma, reajustan los latidos de tu corazón y te hacen flotar... Flotar... Tochi, ojalá conozcas a alguien que te lleve en sus alas hasta que te crezcan las tuyas. Ojalá vueles con tu mitad...
Te escribía para hacerte saber, grandioso verbo, para ayudarte a conocer el valor y el sentimiento de cuando sientes que te falta algo dentro. Echar de menos...
Para tener solo cuatro meses has conseguido ya un montón de cosas, vas por delante. Así que no me sorprendería que ya supieses lo que es extrañar, que tu alma ya conociese la dificultad de respirar cuando uno de tus pulmones se niega a colaborar, porque está muy muy lejos de tu 'yo corporal'.
Pero esto no va solo de pieles, no es solo que te arranquen las caricias de tus sueños ni son solo esos inacabados deseos, es mucho más. Va de latir, de bailar, de mirar muy profundo, de perderse entre el mundo. Va de coger las estrellas y fundirte con ellas, de encontrar la constelación que encaja a la perfección con tus ideas de vida. Va de música que habla, de cielos dibujados y nubes que mueres por tocar.
Te echo de menos.
Me apetece dejar que me invadas y olvidar qué me duele, con tu forma de mirar...Que toca respirar. No lo olvides, ahijada mía, no lo olvides jamás. Porque no hay nada con más sentido que no sentir más ni más temor que el que teme a la hora de la verdad. Por eso, ahijada mía, hoy te toca respirar.
Pca.
Mi querida Tochita:
Es probable que no lo sepas, por ello que te hago saber, la grandeza de los sentimientos tienes que conocer.
Te echo de menos.
Verdad es que ciertos días no queremos ni empezar y que algunos "mañanas" son solo un sueño, eterno anhelo y nada más. Pero ¿Qué hay de esos momentos que matarías por no ver acabar? ¿Dónde dejamos esas miradas que si sostienes no te dejan respirar?
No podemos hundirnos en el mar de la intranquilidad y olvidar que hay sensaciones que te marcan el alma, reajustan los latidos de tu corazón y te hacen flotar... Flotar... Tochi, ojalá conozcas a alguien que te lleve en sus alas hasta que te crezcan las tuyas. Ojalá vueles con tu mitad...
Te escribía para hacerte saber, grandioso verbo, para ayudarte a conocer el valor y el sentimiento de cuando sientes que te falta algo dentro. Echar de menos...
Para tener solo cuatro meses has conseguido ya un montón de cosas, vas por delante. Así que no me sorprendería que ya supieses lo que es extrañar, que tu alma ya conociese la dificultad de respirar cuando uno de tus pulmones se niega a colaborar, porque está muy muy lejos de tu 'yo corporal'.
Pero esto no va solo de pieles, no es solo que te arranquen las caricias de tus sueños ni son solo esos inacabados deseos, es mucho más. Va de latir, de bailar, de mirar muy profundo, de perderse entre el mundo. Va de coger las estrellas y fundirte con ellas, de encontrar la constelación que encaja a la perfección con tus ideas de vida. Va de música que habla, de cielos dibujados y nubes que mueres por tocar.
Te echo de menos.
Me apetece dejar que me invadas y olvidar qué me duele, con tu forma de mirar...Que toca respirar. No lo olvides, ahijada mía, no lo olvides jamás. Porque no hay nada con más sentido que no sentir más ni más temor que el que teme a la hora de la verdad. Por eso, ahijada mía, hoy te toca respirar.
Pca.
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