Tochita (He perdido la cuenta)
Aprovecho estos segundos de internet...
To my princess.
Sigo perdida en tu mirada.
A ver, yo también soy princesa ¿Vale? Aunque no se note... Y por eso me desconciertas. Es que tienes mucha capacidad... ¿Dónde encontraste aquella llave de la verja de soñar? Y la ventana a esa nueva realidad... ¿Cómo es que la pudiste saltar? Ahora vives en mundo paralelo donde sonreír es tu juego. Pero ese charco no te empapó, en la piedra no tropezaste... Dime ¿Cómo te deslizaste sobre aquel fulgor, no te quemaba el fuego, mi amor? Desvélame ese truco que yo por la noches no duermo mirando las estrellas que pintaste en mi recuerdo. No es justo, la verdad... ¡Ayúdame a volar! Que yo tengo dieciocho y en nada te adelanto, pero al menos te canto ¿No? Te enseñé ese mar sin llanto y pudimos nadar, me debes una... Quizás...
Aunque ahora que lo pienso, mi querida princesa de cuento, yo te debo más. Porque jamás será suficiente, ni todas mis horas ni cien mil besos en la frente, agradecerte... Cuando tú fuiste venda y yo piel herida, tu suavidad yo la sentía. Cuando me curaste de llorar, cuando me frenaste al temblar. Cuando solo me mirabas y lo hacías todo.
Todavía lo haces.
E incluso mejor... Sí, lo reconozco, me encanta cómo gritas de felicidad cuando entro cada mañana en tu casa para desayunar, me miras atenta y sonríes esperando a que te la devuelva. Creo que no es "me encanta", creo que es algo más... Y que al mundo le cierres los ojos para, a mí, abrírmelos más... Subes tus manitas intentándome alcanzar... Porque sabes que en mis brazos siempre entrarás. Quiero verte toda la vida y que sigas siendo mía.
Gracias.
Tu madrina, Pca.
To my princess.
Sigo perdida en tu mirada.
A ver, yo también soy princesa ¿Vale? Aunque no se note... Y por eso me desconciertas. Es que tienes mucha capacidad... ¿Dónde encontraste aquella llave de la verja de soñar? Y la ventana a esa nueva realidad... ¿Cómo es que la pudiste saltar? Ahora vives en mundo paralelo donde sonreír es tu juego. Pero ese charco no te empapó, en la piedra no tropezaste... Dime ¿Cómo te deslizaste sobre aquel fulgor, no te quemaba el fuego, mi amor? Desvélame ese truco que yo por la noches no duermo mirando las estrellas que pintaste en mi recuerdo. No es justo, la verdad... ¡Ayúdame a volar! Que yo tengo dieciocho y en nada te adelanto, pero al menos te canto ¿No? Te enseñé ese mar sin llanto y pudimos nadar, me debes una... Quizás...
Aunque ahora que lo pienso, mi querida princesa de cuento, yo te debo más. Porque jamás será suficiente, ni todas mis horas ni cien mil besos en la frente, agradecerte... Cuando tú fuiste venda y yo piel herida, tu suavidad yo la sentía. Cuando me curaste de llorar, cuando me frenaste al temblar. Cuando solo me mirabas y lo hacías todo.
Todavía lo haces.
E incluso mejor... Sí, lo reconozco, me encanta cómo gritas de felicidad cuando entro cada mañana en tu casa para desayunar, me miras atenta y sonríes esperando a que te la devuelva. Creo que no es "me encanta", creo que es algo más... Y que al mundo le cierres los ojos para, a mí, abrírmelos más... Subes tus manitas intentándome alcanzar... Porque sabes que en mis brazos siempre entrarás. Quiero verte toda la vida y que sigas siendo mía.
Gracias.
Tu madrina, Pca.
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