3 de Mayo

3 años

Es curioso mirar atrás  y decubrir que hace tres años que me empecé a fusionar. A crear un nuevo algo que tendía a invadir el espacio en el que se le intentase encerrar, a llamar las atenciones (a veces alguna de más...) y a inventar las convicciones de un mundo semi irreal.
Y la primera vez pude verte, empezar a conocerte como salto incoherente hacia la naturalidad, un espontáneo paseo sobre las calles de un nuevo algo especial.

Un nuevo algo.

Por la distancia y los años, por los motes y los sacos, por las horas, por tu saldo, por mis mensajes y horarios, por mi latir tan extraño, por habernos gritado, por lo que hemos llorado, por todos nuestros juegos, por la clase de Religión, por entender cómo siento, por reirnos casi en cualquier momento, por creerte mis cuentos, por habernos fallado, por arreglar el pasado, por tu piscina de Retamar, por las tres de la mañana por el móvil y entre semana, por tu sofá, por love story, por Taylor Swift, por Monster y Bad Romance. Por los jojo, porque de una vez abras los ojos en las fotos, por tu flequillo bicolor, por tu guitarra, por la cam y por tu madre haciendo la cena. Por cada vez que te quemas porque no esperas a que se enfríe la comida, por gritar y ponernos de rodillas. Por bachillerato, por la salida y tus manías, por las costumbres desmedidas. Por hacerme esperar, por esperarme. Por ir conmigo a la playa aunque la odies, por la camiseta de Green Day, por las cartas a diez centímetros de mí, por ménsula y por Karmentxu. Por ser Mussy y mucho más, gracias de verdad.

Para Bea. Pca.

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