Y hasta mis lágrimas

Tecleando tan clave que ni mis letras se aclaren

No es justo, yo te daría hasta mis lágrimas que ya te doy. No es suave, si te acaricio cada herida y recojo la sangre que derraman tus mejillas. No vuelo, si siento no puedo porque peso y temo el viento, últimamente no me acompaña ni el tiempo... Y las teclas del piano ya no van conmigo, ni su acento exageradamente americano... Ya solo me sale bien lo que es malo. Qué bien me sale, cómo me ha calado...

No es justo, le insulto a la luna que en su pelo solo refleja sus noches mientras mis latidos son un derroche. No es suave, si mi parte no llega y el beso se extiende hasta rasgar los cristales que nos separan y se me clavan los trozos de lo que falta, de lo que falla. No vuelo, con las alas mojadas de esta lluvia despreciable, últimamente no me dejas ni mirarte... Y seguro que todo es mentira, esta maldita cabeza mía con sus quinientas mil millones de voces oscuras y su poquita luz.

¡Despierta! Sé mi lámpara.
¡Despierta! Que tengo miedo.
¡Despierta! Porque yo no duermo.

Si te pido y me das cuando sufro, si sonrío y sonríes, si me coges, me subes... ¿Por qué me dejas caer?
Y encima su daga otra vez... Ojalá fuera colmillo y yo veneno, porque esta historia ya no es un juego... Me están pudiendo estos días, estas frías sábanas mías.

Me empapo cuando llora y tengo el corazón hecho polvo de latir la misma vida. Polvo que late, polvo que late.
Pero bailo, en serio, yo bailo. Y salto, salto mucho...Pedaleo, me enciendo como el fuego, soy una llama. Me columpio entre las olas del mar. No me apago, pero me harta.

Y yo te doy hasta mis lágrimas, pero hazme respirar.

Can't stand it, Pca.

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