Desde el momento en el que te conocí
Evolución.
No ha llovido desde entonces, por recurrir a expresiones coloquiales.
Espero hayas atisbado algo de madurez entre tanta niñatada. Parafernalia abrupta que descoloca y distrae hasta decir basta. Y tú lo dices. ¿He dicho dices? Quería decir gritas. ¡Basta!
Y es reconocible, reconozco y he de reconocer, que soy insoportable. A veces. No extiendas este momento. Son lapsus. Alguien los llamó "parte de mi encanto". Pero yo no (en)canto.
Aunque me gusta la música, atrevida disgregación, y me encanta gritar letras de canciones al azar. Pero yo no lo llamaría (en)cantar. No sé si me explico....¿Por dónde iba? Ah sí, el momento en el que te conocí. Fue en un aula, primero o segundo de ESO. Todo un cúmulo de sueños, motivación y tontería. Espero no te hayan marcado en exceso mis chorradas. Y supongo que te llevaste mi confianza, amor y respeto casi casi desde el primer momento. Eras tan extravagante, desmesurado talante. Millones de adjetivos que hablaban de usted. Terrible. Sí, me enganchaste. ¿Se notó? Sé que sí, no me engañes. Pero no era eso en lo que quería centrarme. No iba a desvariar sobre tus formas de mirar. No pensaba enumerar tus gritos, apelaciones e interjecciones que solo me hacían querer llamar aún más tu atención en lugar de callar. Tampoco pensaba decir nada acerca de partes. De hecho me gustas más ahora. Cómo me miras cuando te hablo. Cómo sonríes, uy me he puesto romántica. Perdóname, seño, será la última vez. Y sigo descentrada, será culpa de tus lágrimas. No me gusta ver a la gente llorar, me desconcierta. En fin, volviendo al tema. Creo que he cambiado desde el momento en el que te conocí, me atrevo a decir que sí. He soñado demasiado y me he hinchado. Me ha crecido el pelo de tantas palabras que he aprendido. Se me han abierto más los ojos de las sorpresas que me ha dado la vida. Y, lo más importante, se me ha ensanchado el corazón de tanto amor y desamor. Ya, lo sé, aún me queda por vivir. Pero...me gusta exagerar, enumerar y los adjetivos, me encantan los adjetivos, atrevida disgregación.
Solo quería hacer un delicado gesto hacia mi evolución. Nuestra evolución. Porque, seño, hemos crecido. Y, ayer lloraste. Me has dejado desconcertada.
Dispuesta a descubrir a qué sabían tus lágrimas. Pca.
No ha llovido desde entonces, por recurrir a expresiones coloquiales.
Espero hayas atisbado algo de madurez entre tanta niñatada. Parafernalia abrupta que descoloca y distrae hasta decir basta. Y tú lo dices. ¿He dicho dices? Quería decir gritas. ¡Basta!
Y es reconocible, reconozco y he de reconocer, que soy insoportable. A veces. No extiendas este momento. Son lapsus. Alguien los llamó "parte de mi encanto". Pero yo no (en)canto.
Aunque me gusta la música, atrevida disgregación, y me encanta gritar letras de canciones al azar. Pero yo no lo llamaría (en)cantar. No sé si me explico....¿Por dónde iba? Ah sí, el momento en el que te conocí. Fue en un aula, primero o segundo de ESO. Todo un cúmulo de sueños, motivación y tontería. Espero no te hayan marcado en exceso mis chorradas. Y supongo que te llevaste mi confianza, amor y respeto casi casi desde el primer momento. Eras tan extravagante, desmesurado talante. Millones de adjetivos que hablaban de usted. Terrible. Sí, me enganchaste. ¿Se notó? Sé que sí, no me engañes. Pero no era eso en lo que quería centrarme. No iba a desvariar sobre tus formas de mirar. No pensaba enumerar tus gritos, apelaciones e interjecciones que solo me hacían querer llamar aún más tu atención en lugar de callar. Tampoco pensaba decir nada acerca de partes. De hecho me gustas más ahora. Cómo me miras cuando te hablo. Cómo sonríes, uy me he puesto romántica. Perdóname, seño, será la última vez. Y sigo descentrada, será culpa de tus lágrimas. No me gusta ver a la gente llorar, me desconcierta. En fin, volviendo al tema. Creo que he cambiado desde el momento en el que te conocí, me atrevo a decir que sí. He soñado demasiado y me he hinchado. Me ha crecido el pelo de tantas palabras que he aprendido. Se me han abierto más los ojos de las sorpresas que me ha dado la vida. Y, lo más importante, se me ha ensanchado el corazón de tanto amor y desamor. Ya, lo sé, aún me queda por vivir. Pero...me gusta exagerar, enumerar y los adjetivos, me encantan los adjetivos, atrevida disgregación.
Solo quería hacer un delicado gesto hacia mi evolución. Nuestra evolución. Porque, seño, hemos crecido. Y, ayer lloraste. Me has dejado desconcertada.
Dispuesta a descubrir a qué sabían tus lágrimas. Pca.
Comentarios
Publicar un comentario