Pequeño cuento de un latido

De manos de un indigente emocional sobrevino al mundo un estruendo anticipado de amor desenfrenado. Con el mínimo de palabras u/o caracteres usados encendió medio planeta con fuego atronador. El poder desenfrenado de este mendigo del amor alcanzó límites insospechados. Prensa, mundo y almas conocían de él, halagaban en contextos indefinidos su que hacer. Maravillaba sin remedio, uniendo y desuniendo. Sonreía justo y en el momento perfecto, elegía con sumo cuidado el lugar y la hora. Enamoraba con magia, encaprichaba y sembraba temor y respeto en un mismo tiempo. Encantador destruyó las falacias, poderoso encaró a la desgracia. Pero un día le llegó a él, se le interpuso un aire duro entre sus pulmones impidiéndole respirar. Se frenó su corazón enloquecido y jamás volvió a habitar ser igual la tierra. Jamás se volvió a amar. Fin.

Pca.