Yo te lo explico.

¿Tú entiendes el significado de la palabra inverosímil? Yo te lo explico.


Y es que no puedes hacerme esto, yo lo siento pero...
¿Cómo eres capaz de volverme tan grande? Si yo ni sé respirar, de tanto amor... ¡me voy a marear!

Es tan in-creíble... ¡Tan inverosímil..! Tú eres inverosímil. Algo que la razón se niega a creer, por encima del corazón ingenuo, pues es tan espectacular que te aleja varios centímetros del suelo. Y, cómo no, la razón sabia frente al corazón, teme la caída monumental después de una subida tal. Eso es inverosímil.

¿Cómo creer algo sobrenatural? Sin duda a fuerza de experiencias, de realidad.

¿Cómo tras tanto tropiezo aún sigue tu mano, tras cada reto? Inverosímil, repito. Pero real, me explico: ¿No es maravilloso el juego de azules de un mar especial? Qué maravilloso contraste creado por el único sobrenatural... ¿verdad? A menudo resulta in-creíble... ¡pero ahí está! Qué bonito es el mar...

Y hoy utilizo todos los caracteres de mi pobre teclado, pero no me bastan...¡Qué rápido fluyen mis manos! Pero es que tengo motivos, hoy no hace frío. Te has cargado al miedo.

Mientras mi corazón se derrite tú me trasmites. Conforme voy dudando tú, te ajustas, denotas tu posición dentro de mi corazón y no te alejas ni un rato. Cuanto más horrible soy más te tengo. En serio, no lo comprendo.

Y preguntas que cómo lo hago... ¿No lo ves? Eres tú... ¡Que aún estás a mi lado!

Pero hoy odio las palabras, pues ninguna es lo sincitamente sabia, ninguna te mide, ninguna te alcanza. Y esto ya me pasó una vez, la primera vez...


Fallo. No es culpa mía si te tragas mis palabras. Me dejas... sin palabras.



Pca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Martes diecisiete

Exigencias de sangre

Una nueva perspectiva