86400 segundos

Si un día el mundo parase para pensarte un solo segundo no podría dejar de alabarte los 86400 segundos restantes.

A veces, quiero que no acabes nunca y nunca quiero que acabes. Miro hacia el Cielo y del corazón me sales, lleno de un ardor que secaría los mares, de un dulzor que duraría todas las edades. Y me quedo pensando que no quiero que acabes...
Entonces me haces que por un segundo pare, me doy la vuelta y te veo venir. Vienes hacia mí. Es en ese momento cuando al contemplarte me doy cuenta de tu perfección, en tan solo un maravilloso instante, un segundo fulgurante y ya... No puedo dejar de alabarte los 86400 segundos de ese día restantes.

Pca, cavilaciones temporales del Amor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Martes diecisiete

Everythingship

Gioiosa