Inevitable

Vale. Era inevitable. ¿Cómo soy tan predecible?


Voy a dejarme llevar. Pero no estilo hojas por el viento que no se pueden controlar, sino más bien barquitas sobre el río que no se saben manejar. Que confían en el mar. Que disfrutan el bamboleo suave de las olas al pasar. Que entienden los susurros de la espuma y el coral.

Y es que hueles como siempre, o todavía más. Ríes igual y aún brillan tus ojos al mirar. ¡Qué natural...! Me gusta. Voy a dejarme llevar. Pero no como tinta sobre blanco que solo sabe manchar, sino más bien como tus manos que me saben guiar. Que acarician sin más. Que sostienen momentos que se escapan de cuentos.

Pero suenas tan parecido, tan real...No lo sabría explicar. ¡Qué de verdad...! Es tan equilibrado el cantar de tus adjetivos desordenados....Me encanta. Voy a dejarme llevar.

-Era inevitable. Pero eres inexplicable, implacable e inigualable. Me gusta escribir de ti. ¡Estás aquí! Por fin. Te he echado de menos. Tenía ganas de perderme entre tu pelo, de contarte los dedos, de susurrarte secretos y hablarte sin frenos. 


Pca.

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