Je l'aime a mourir

Odio el francés. Eso es un dato importante. No se os puede escapar detalle en esta confesión brutal, de palabras y medio obras que son mis letras. Porque mis letras tienen vida, se la dio su creador, y ahora crecen casi solas. Y ya caminan mis expresiones y deciden a dónde van y cómo, incluso a veces se atreven a decir por qué. Pero hay sitios muy lejanos en el mundo a los que solo se llega con el corazón. Entonces fueron mis palabras a comprarse un corazón que fuese lila y hablase inglés, para poder estar cerca de todo sin necesidad de mover o descolocar cualquier situación emocional. Y consiguieron un latido maravilloso, se enamoraron. Ahora la confesión alcanza el final, se suicidan mis palabras literariamente hablando en colores desrimados con amor, desmedido pero controlado.


Y dijeron...

-Je l'aime a mourir




Pca.

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