Ducha emocional

¿Cuánto tardan en reaparecer las manchas emocionales?

He estado en la ducha tanto rato que se me ha diluido la piel y, al salir, he tenido que dibujarme una nueva.
Me arañaba con fuerza mientras sentía el agua caer incansable sobre mi, haciendo temblar cada uno de mis nervios. Parecía querer arrancar todos los problemas y fatigas, llantos y agobios, sentimientos de culpa y amaneceres heridos de mi, para siempre. Parecía querer revivir con la crema hidratante todos los abrazos y sonrisas, te quieros, besos, juegos, cantos, carcajadas, amores y demás maravillas que entre mis rizos, antes, vivían. Rizos que he luchado por desrizar, a suavizante y cepillazos,  casi rozando la obsesión de que pudieran en mi cabellos habitar soledades de conmoción y dolor.
Paulatinamente iba entrando en calor, al tiempo que el baño se inundaba con vapor de agua, que ambienta pero no ahoga.
Cansada, limpia y aparentemente nueva he terminado limpiando cada surco de felicidad, cada trazo de tristeza, en esta ducha emocional en busca de la belleza y liberación de seguridades presas.

Ay. Pca.

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