Aventura terapéutica
Primera parte.
Sobre la bici en la cual largas distancias son un paseo, pedaleo. Acompañada de los que llegaron después de mí, trato de luchar contra esa voz. La risa, buena amiga, se venía junto a las ruedas a jugar. Entrecortada la respiración a causa de la emoción y el pelo enredado, como siempre.
Música, la nuestra y algo más. Banal en mis orejas, superficialmente. Demasiado concentrada en luchar y en vigilar a los que llegaron después de mí como para entretenerme en sentimientos cuyo dolor ya conozco, ya es familiar.
Y comienza el reto marcado de forma improvisada para hoy, el viento. Creo que he cerrado los ojos o sino el mundo entero se ha apagado porque yo no he visto nada. También creo haber apagado el ruido porque solo existía el latido de mi corazón, mis pulmones y un recuerdo de tu voz.
Después de haber experimentado con la moto de cierto Tiramisú y tras las hojas de un montón de libros informativos, he descubierto como quemar ese sentimiento. Se deshace al mismo tiempo que la goma de mis ruedas, que la suela de mis zapatos contra el pedal, que mi piel sin tu ayuda... Solo tengo que buscar el desenfreno lleno de adrenalina.
Por ahora sirve.
Seguiré probando.
Pca.
Sobre la bici en la cual largas distancias son un paseo, pedaleo. Acompañada de los que llegaron después de mí, trato de luchar contra esa voz. La risa, buena amiga, se venía junto a las ruedas a jugar. Entrecortada la respiración a causa de la emoción y el pelo enredado, como siempre.
Música, la nuestra y algo más. Banal en mis orejas, superficialmente. Demasiado concentrada en luchar y en vigilar a los que llegaron después de mí como para entretenerme en sentimientos cuyo dolor ya conozco, ya es familiar.
Y comienza el reto marcado de forma improvisada para hoy, el viento. Creo que he cerrado los ojos o sino el mundo entero se ha apagado porque yo no he visto nada. También creo haber apagado el ruido porque solo existía el latido de mi corazón, mis pulmones y un recuerdo de tu voz.
Después de haber experimentado con la moto de cierto Tiramisú y tras las hojas de un montón de libros informativos, he descubierto como quemar ese sentimiento. Se deshace al mismo tiempo que la goma de mis ruedas, que la suela de mis zapatos contra el pedal, que mi piel sin tu ayuda... Solo tengo que buscar el desenfreno lleno de adrenalina.
Por ahora sirve.
Seguiré probando.
Pca.
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