Éxtasis sobre ruedas

A mi bici, donde quiera que esté, y a ella.


Volvía a casa como establece el mundo y lo he alcanzado. Al cielo, me refiero. Estoy totalmente segura de haber pedaleado sobre las nubes.
Me gritaban en los cascos más de una voz, aunque Alejandro Sanz trataba de hacerse escuchar. Mi eco resonaba en la pista emocional vacía.
He subido y bajado, y subido y vuelta a bajar.
En la cabeza mareadas las ideas de una felicidad perfecta pero efímera y aún así maravillosa, daban vueltas constantes. Sin perder el ritmo, mis manos se aferraban al manillar y mis pies pedaleaban exultantes.
Se me ha olvidado frenar.  No sé en que momento pero se han quemado las ruedas y te he pensado.
-Está yendo todo tan deprisa...¡Qué bien que pares el tiempo! Aunque sea un momento, me das para respirar. Es una mezcla de maravilloso y genial.


Una vez arriba, me ha costado bajar. Aunque no ha sido infinitamente doloroso pues sé que lo volveré a alcanzar.

Me encanta montar en bici. Pca.

PD: Para el que tenga mi bici ahora mismo, un beso muy grande para ella. Decidle que pronto iré a buscarla para contarle historias y sentir sus ruedas.

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