La frase más larga del mundo

Estoy por inventar un grifo que en lugar de agua gotee sueños que, al evaporarse, formen nubes que lluevan sonrisas que hagan charcos de ilusión donde se hundan alegrías y encuentren buen puerto en un mar sin melancolía.

Se me ha pasado por la cabeza de pronto, solo es una idea, no he dicho buena, solo idea, pero oye: merece la pena. Si tú quisieras aguantar un poco más, quedarte un ratito...Te prometo que pronto dejaré de ser un rollo, te prometo que pronto abriré ese grifo para causar las precipitaciones atmosféricas de la emoción. Te prometo ahogar tu corazón, en un término puramente amoroso, no quiero hacerte daño. No quiero ser como el hielo y pesar sobre ti...pero a veces lo hago, sin querer. Supongo que es la balanza de la amistad y estoy acaparando buena parte del peso. Estoy dejándome caer pues tengo la sensación de que siempre van a estar ahí tus brazos. Quizás me estoy mal acostumbrando, pero eres tan cómoda....Ay, lo siento...en serio. Ojalá pudiera flotar sobre un agua nueva, alegre y  natural, sobre ti, contigo. Así no notarías mi peso, sería como un beso del que solo queda el recuerdo, dulce. Y, me estoy enrollando, pero quiero agradecerte algo que no sé bien como agradecer. Y es por tu culpa, empeñada en que no te de las gracias por nada..¡así no me puedo concentrar! De verdad, un día me vas a matar....Gracias por hacerme ligera, por ser tan fuerte y saber volar. En cuanto me crezcan las alas te pienso retar, volaré más rápido que tú pero nunca, nunca, te dejaré atrás.


Para ti, Pca.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Martes diecisiete

Una buena cama en el cielo

Exigencias de sangre